lunes, 12 de enero de 2009

sentimeinto egoista

Sentimiento egoísta.


Ya hace más de diez años que la conozco, casi, dos que no la veo, al tener su recuerdo en mi mente tomé un lápiz y hoy acostado en mi cama, viviendo mi último día, me encuentro escribiendo esto que lees encomendándote la misión que si algún día la encuentras le hagas recordar que alguna vez fuimos amigos, compartimos muchas cosas, me enamoré de ella, la quise tanto y que le hagas saber que es la muerte la que esta vez me separó de su lado. Y aunque en este momento no esté del todo consiente, explicaré el sentimiento egoísta que gobernó en mí al conocerla, sentimiento que me alejó de ella, y quizás la razón del porqué me estoy muriendo sólo con su recuerdo.porque recuerdo bien como la describia:

Ella es una linda persona de cabello negro, color que no quiero que los demás miren, con manos pequeñas y suaves que no quiero que nadie toque, con una voz melodiosa que no quiero que nadie escuche, con un ser tan grande que no quiero que nadie aprecie.
Mi sentimiento egoísta crece más y más, la abraso y percibo su aroma, aprieto más fuerte, la siento mía, solo mía, no existe nadie más, la miro a los ojos y presiento que la devoro con la mirada, la miro a lo lejos y mi corazón va con ella, le dice que venga a mi lado, pero que venga sola, porque es así que la quiero ver, sus amigas son enemigas mias, sus amigos son rivales míos a los que quiero eliminar, porque yo sé que en algún momento me la van a quitar.
El no poder gobernar en ella es el dolor más grande que tengo, quiero manejar su vida, tenerla disponible siempre para mi, que siempre a mi lado se encuentre, no tengo derechos sobre ella, pero cuando no la veo, la extraño, la llamo, le lloro, con el fin de que piense en mi, solo en mi, no quiero que sea feliz por otra cosa, empiezo a odiar a sus padres porque son la prioridad en su vida, yo sé que ella me quiere, me lo a dicho tantas veces, pero eso no es suficiente, es nada para lo que yo quiero: tenerla como la bella durmiente, que si es que no se va a mover del mismo lugar soy capas de no besarla nunca, pero sé que no podría hacer eso, porque eso es mi más grande anhelo, un beso de ella, sólo uno, quiero estar en un mundo solo con ella, que me mire, que me diga cosas lindas, que me escriba poemas, que me abrase muy fuerte, que me diga cuanto me ama, que viva por mi, que me tenga en su mente.
Y si Dios existe, él es mi más grande rival, al que no puedo atacar, ya que me faltan fuerzas, pero si algún día tuviera que pelear por ella, vendería mi alma al diablo, sólo para vencerlo, a él también le digo que ella es mía, solo mía, que si se fijara en ella, lo mataría, lo enterraría, lo desenterraría y lo volvería a matar.
Yo solo quiero su bien, que sea muy feliz, que se ponga más linda cada día, que cumpla sus sueños, entre muchas cosas; pero que haga todo eso con migo, que me tenga en su línea de vida, ella está destinada para mi, yo estoy destinado para ella.
Hace un momento mencioné a Dios, y también mencioné mi más grande dolor, olvidé mencionar mi otro gran dolor que tengo que es precisamente no ser Dios, no poder hacer lo que yo quiera, no poder ser como Zeus, no poder convertirme en un cisne y apoderarme de ella cuando me vea hermosamente nadar, no poder saber que será de ella, ni saber que es lo que siente, no saber si ella también me ama.
Y si no le agradara, si en realidad no me quisiera, anduviera con mis rivales y enemigas, si es que no me escribe poemas, si es que no me abrasa, si es que no estamos solos en el mundo, si es que no inhalo su aroma, si es que no la tengo cuando quiero verla, si es que no hiciera caso a mi corazón cada vez que la llama, si es que no viviera por mi…
Pues entonces no la quiero a mi lado, es una enemiga más, a la que desprecio, pensaría que es una tonta al no quererme como yo la quiero, una ingrata que prefiere estar con los que fingen ser sus amigos, no quisiera ni hablar con ella, no saber nada de ella, buscaría a alguien más linda que quizá en este mundo lo haya, porque yo daría todo por ella, todo por su aroma, todo por sus abrasos, todo por su mirada, todo por su vida. Porque si ella es mía, lo es todo, pero si no lo es, es nada.


Cuenta al mundo lo que yo sentí, cuenta que la quise mucho, pero olvidé quererla mejor, cuenta que ella hoy me desprecia, cuenta que por eso hoy morí de amor.
Cristopher Jorge
(Jorge Quispe Aymara)

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